5 razones para aprender a administrar tus acciones y ser más productivo

Las elecciones que tomes cada día para aprovechar el tiempo que tienes, avanzar hacia tus objetivos y definir tus prioridades se convierten en estrategias en las que necesitas centrar tu atención.

Cada día tienes 24 horas que son un regalo para que puedas accionar, vivir, disfrutar, crecer y construir lo que en verdad para ti es importante. Esas 24 horas son tuyas, y sólo tú eres quien toma la decisión de lo que haces en cada hora. Asumir y entender esto te permite apropiarte y comprometerte mucho más contigo mismo y con lo que decides que quieres vivir y en lo que quieres invertir tu energía.

Cuando tienes este concepto claro, es necesario que aprendas a tomar las decisiones correctas en cada momento, administrar tus acciones diarias será el principal desafío. Administrar tus acciones significa que tienes la capacidad de decidir las acciones siguientes que necesitas ejecutar para los muchos proyectos, metas y objetivos que tienes.

El estrés del día a día muchas veces se dá porque tienes muchas cosas por hacer para avanzar en muchos frentes, pero no tienes claridad de cuáles son esas “muchas cosas” por hacer lo que te lleva a intentar avanzar en cualquier tarea, y así terminar tu día con la famosa frase “no me alcanza el tiempo”.

Hoy queremos contarte que la falta de tiempo no es tu principal problema, el verdadero problema es la falta de claridad y definición del porqué de cada meta, objetivo, proyecto y la claridad en cuáles son las acciones necesarias que necesitas desarrollar para avanzar de inmediato.

Tomar acción sobre tus proyectos y objetivos requiere dos elementos muy importantes:

• definir el resultado
• definir las acciones siguientes

Razón 1: Tendrás claridad del contexto de tus proyectos

Cuando aprendes a administrar tus acciones diarias identificas mucho mejor el lugar y el momento ideal para hacer realidad tus proyectos y objetivos. Esto se debe a la capacidad de análisis y de conciencia que activas en el día a día lo que te permite conocerte más, tener mayor claridad de tu capacidad de ejecución y los momentos en donde eres mucho más productivo y tu mente está más activa.

Razón 2: Serás más consciente del tiempo que tienes

Administrar efectivamente las acciones que debes hacer requiere que además de tener la claridad del porqué y de cómo hacer cada cosa, tengas en cuenta el tiempo con el que dispones para realizar cada acción siguiente.

Al tener en cuenta el tiempo, serás cada día más consciente de lo que puedes hacer y lo que no, esto te llevará a una planificación efectiva y una administración de las acciones completa.

Razón 3: Distribuirás mejor tu energía

Los elementos claves para tener un nivel de productividad alto son: tiempo y energía. La energía es parte del impulso que te ayuda a accionar, a ejecutar las tareas y avanzar.

Si tu energía es poca no vas a ser tan ágil en el desarrollo de tus tareas diarias, procrastinarás más fácil y tendrás la sensación continua que no estás avanzando.

Analizar e identificar tus niveles de energía te ayudará a administrar muchísimo mejor tus acciones y tomar mejores decisiones.

Razón 4: Serás un experto definiendo prioridades

¿Cuál es la acción entre todo el listado que tienes de pendientes que te reportará el mayor beneficio?

Es la pregunta que aprendes a hacerte y a responder cuando administras tus acciones para buscar mayor productividad diaria. Priorizar exige que le digas que Sí a lo que de verdad te suma en el camino de buscar una vida en equilibrio, pero también exige que le digas No a lo que no te ayuda a avanzar y que te resta energía.

Razón 5: Vivirás más días en plenitud

Por último, cuando cada día implementas el hábito de administrar tus acciones el resultado es que vives días en mayor plenitud por qué disfrutas lo que haces, aprecias el tiempo, cuidas tu energía, eres más consciente de quién eres y de lo que quieres lograr.

“El comienzo es la mitad de todas las acciones”

Proverbio Chino

¿Estás list@ para vivir mejor las 24 horas diarias que tienes cada día?

Abrazos,

Laura y Angélica.